miércoles, 1 de julio de 2009

El visitante incómodo


Ding Dong, campana. Toc Toc, puerta, Tlank Tlank campana grande, Tilín, Tilín campana pequeña o Guaf Guaf, perro. Cualquiera que sea aquello que te avise que ya llegó alguien a tu casa.

Abres la puerta y con gusto ves a alguien, con sorpresa ves que trae maleta y con espanto observas que es grande (o trae mas de una). Lees sus intenciones antes de que termine siquiera de contarte como le fue en su viaje. Entras en pánico. Va a quedarse más de los tres días reglamentarios tácitamente (o una semana si son vacaciones), de una visita inesperada, que ciertamente siempre tienen una razón ulterior al “pues quería verte”. Se pelearon con el novio (a), hospedaje gratis (el mas común vivas donde vivas) y guía de turistas; gorroneándote hasta el cepillo de dientes si te dejas.

Tu segunda reacción (la primera fue de pánico) es la de mencionar el tamaño de su equipaje: “Wow ¿pues que tanto traes?” La persona se rie, y te dice que lo necesario para pasarse una temporadita (si, como 6 meses en el Amazonas y hasta podría abrir un mini súper). Pero pues ¿quién no se alegra de ver a una amistad, verdad?

La tercera es hacerle notar que no tienes espacio suficiente para el o ella y su “temporadita” ¿y que te responden? ¡Nahaaaa! ni te preocupes yo me acomodo donde sea”. Y dicho sea, no habiendo terminada la frase ya terminaron de instalarse, creando un campamento en un área designada por ellos mismo. Ni hablar sobre si tienes un cuarto extra (que personas como yo no lo tiene, por mas que obvias razones, mas aparte sube el precio de la renta), pues en ese caso solo me basta enviarte la bendición.

Tragas saliva, haces cara de “gulp” pues la verdad, seamos honestos, en este momento lo que menos nos preocupa es su comodidad.

Bueno después del susto y que tu alma ya volvió al cuerpo, la mejor parte esta por llegar cuando preguntas “Y bueno, ¿que piensas hacer o que onda?”

“Bueno, yo pensaba en que saliéramos, diéramos unas vueltesitas, me (o nos según sea el caso) enseñaras lo bueno que hay, ponernos al tanto de cómo nos ha ido y recordáramos buenos tiempos”

Vaya, bien organizado el itinerario. Pero veamos: visita+ temporadita+verborrea= ¡Cashing! (sonido de caja registradora) tu dinero volando con alitas a mejor vida.

Diría que otra vez entras en pánico, pero en realidad ese tren todavía no ha dejado la estación (o sea que jamás has dejado de sentirlo, luego entonces se intensifica).

Con el cuerpo congelado y la mente en stand by, es el momento de sacudirse y empezar a generar el plan de acción evasiva. Lo ideal seria tener el suficiente dinero, para irse de vacaciones, pero no falta el que “sugiera” que te cuida la casa y eso no es un desastre… es un cataclismo.

Si quisieran saber de ti, en serio que una llamada basta, pero la respuesta es aún mas obvia… “Pero yo quería VERTE”. Tonta de mi, como puedo yo pensar en compensar años de olvido con una simple llamada (ni para avisar), para grandes periodos se requieren grandes dosis.

En su lugar elegido abre su voluminosa maleta, (la cual abre casi a presión) mientras tu tartamudeas alguna razón ininteligible. Comienza a acomodar y toma la iniciativa, preguntándote si puede tomar el baño por que “el viaje estuvo infernal”. Tu, con las cuerdas vocales paralizadas y el cerebro a marchas forzadas inventando excusas, analizando, calculando y etcétera, simplemente señalas el camino, junto con un débil “la caliente es la derecha”.

Este es el momento, deja de devanarte los sesos y despabílate. La clave es estar un paso adelante. Observa a tu alrededor, todo lo que has dado por sentado va a ser tu aliado en estos momentos.

En lo que toman su reponedor baño, que honestamente no creo que dure 5 minutos, corre a la cocina, respira hondo, toma valor y esconde todas las cosas ricas, botaneras y pregúntate ¿no es el momento ideal para ponerse a dieta? ¡Perfecto! vas a salir beneficiado de una y mil formas. Tus vinos y licores (si los tienes) y no están a la vista, ponlos en cuarentena. Si es que los tienes a plena vista, ten por seguro que esta persona antes que nada ya inventarió tus tesoros sacando un calculo mental de cuantos tragos por botella, cuales le gustan y cuales no ... dalos por muertos.

Y aunque los hay que no toman, tienen otro vicios, por ejemplo el gorroneo, todo un arte del encaje.

¿Recuerdas lo que decía tu mama sobre tener la casa limpia por si venían visitas? Por extraños haberes del universo, tiempo atrás, la limpieza del hogar dejo de ser un simple acto de higiene para convertirse en una vulgar invitación a que llegue gente y se sienta a gusto... ensuciando (que le vamos a hacer, no todos somos tan sociables).

¿Alguna idea? ¡pero por supuesto! deja que tu flojera aflore. No es tan extremo pues en ocasiones no funciona, pues llega a suceder que ven tiradero y se sienten libres… te ayudan haciéndolo crecer dos o tres veces peor, valiéndoles un cacahuate y con un desenfado que ni Maria Felix; dejando tu casa como cuarto de fraternidad gringa después de fiesta y en exámenes finales. En todo caso habrá que aplicar lo opuesto: Convertirse en unos neuróticos de la limpieza. Cuanto mas temprano te pares a aspirar mucho mejor. Todo eso aúnalo con reglas disparatadas, como que después de bañarse tienes que abrir la ventana 3/4 par que se oree, ponerle una tapita a la coladera de manera especifica que no pasen los bichos pero si el agua, rociar la regadera con un liquido especial, cuando pongan los platos sucios en el lavaplatos que se acomoden de cierta forma geométrica y etcétera. Todo lo que se te ocurra es bueno.

Al salir del baño, normalmente tienen hambre. Si es que pasa lo contrario, que primero coma y después se meta a bañar (que inconciente, le puede dar un torzón) podría ser difícil aplicar lo de la dieta, pero no imposible, siempre puedes echarle la culpa a tu pareja (un aliado muy importante) o hermanos, padres.

Volviendo al tema de cuando sale del baño hambrienta la visita. Casi siempre querrán ir a algún lado rico para comer que tu recomiendes. Hazte un poco el o la difícil (mas que nada para que se de cuenta que no eres millonario). Si no escuchas las palabras “yo invito” recuerda que estas a dieta, y si dice las palabras mágicas supongo puedes romper el régimen “por la especial ocasión”.

...Come pechuguita, ensaladita o algo así. Ciertamente te morirás de la envidia al ver que esta persona con gusto se traga enchiladas, mole, cortes impresionantes de carne, y pastel. Déjale disfrutar, al fin y al cabo su presupuesto es limitado e insisto, se fuerte a la larga el beneficiado vas a ser tu al ver que hablas en serio.

Es muy simple, se quiere divertir y tu consigna es hacer todo menos divertido pasado los tres días de rigor. Claro que eso no implica ser un total amargado, sino ser simplemente un adulto trabajador, con obligaciones horarios y si se puede especial hincapié en las rutinas (si no tienes invéntate unas) pues lo que mas odian estos “espíritus libres” es la monotonía. Sacar al perro, tomar el café en algún sitio, leer a determinadas horas, ver una serie, limpiar tu casa cada miércoles o cosas similares. No vas a parar tu mundo por que llego ¿o si?

Aun cuando se este uno de vacaciones, no duran a lo mucho una temporadita, y uno los espera en demasía como para quedarse inventado las diferentes formas de irse sacando pelusas del ombligo todos los días (si es así, puedes empezar a escribir un libro, pues yo hasta la fecha apenas llego a 36 )

Se va a ir hartando poco a poco al ver que tu vida no es como en la prepa, donde sus padres pagaban por los inconvenientes, las comidas, los viajes etc…

¿Todavía no capta la idea? Bueno si para este entonces no ha empezado a trabajar y a cooperar contigo es hora de sacar las armas pesadas.

Si tienes perro, pues tiene que salir, invítale a que lo saque a pasear, pues de pronto tienes menos tiempo y no le has podido ejercitar como deberías, pero sobre todo se ve que le cae re bien caray.

Tu pareja, fuente inagotable de excusas y malas conductas. Si es hombre puede comportarse como perfecto gañan, se sentirá conmovido hasta las lagrimas al dejarlo pedorrearse, eructar, andar en calzones, comer frituras en todos lados, no usar servilletas, tomar del envase… será el momento mas feliz de su existencia, se sentirá mas unido a ti que nunca (el sentimiento no será recíproco, pero no hay que perder de vista el objetivo). Si es mujer, déjala que se vuelva completamente loca, neurótica, llena de celos, que actúe como su mala favorita de serie o telenovela, lo disfrutará muchísimo.

Piérdele la pena por completo a la vida y coméntale a tu invitado, que te avergüenza tener relaciones con tu pareja mientras esta ahí. Lo mas seguro es que responda con un: “ ¡Ahs! ni te preocupes por favor, no hay ningún problema” y le tomas la palabra. Entonces ten el sexo mas felizmente ruidoso de toda tu existencia, anda vestido de la forma mas perturbadora posible, y sal de tu cuarto en busca de cualquier aditamento que deje mucho a la imaginación.


Eso si, habrá que dejar en claro desde el principio, que tu y solo tu tienes relaciones en esa casa, y si quieres hacer énfasis en el TODA tu casa (si, en el sillón, el piso, la barra de la cocina, en el baño, la terraza, la cama, el buró), para así evitarte las sorpresas desagradables y las competencias.

Todo esto con la mayor de las sonrisas y completa ingenuidad. que esta persona caiga en cuenta que en esta casa no hay “temporada de personas”

Claro que siempre le puedes decir que NO y que si por favor se va, pero seria muy
grosero ¿no?


Hay excepciones, si claro que las hay. Cuando nos va bien y nos da gusto la sorpresiva visita, pero en esos casos ya sabemos como hacer las cosas: Usualmente dejamos todo tirado y nos divertimos como idiotas.

No hay comentarios: